De Tercernivelandia a Septimonivelandia

Aqui esta el Planeta Tierra; lo más probable es que no sea el único habitado en el universo, ya sea por vida inteligente o vida no inteligente.

En este planeta existen cientos de bombas de hidrógeno. Estas bombas pueden matar a todos los seres en cierto radio a la redonda, sin afectar mucha de la materia existente. Existen suficientes bombas para que el radio mortal cubra varias veces la superficie entera del planeta.

Si fueran detonadas todas las bombas de hidrógeno, repartidas equitativamente por toda la superficie, la vida del planeta se extinguiría. No habría mas humanos aqui. No habría mas vida aqui. Quedarían rocas, mares en transformación, montañas, carreteras, edificios, y desde la tierra podrían ser vistos el cielo, las estrellas, y el sol y la luna cuando las capas de polvo levantadas se asienten.

Y algo más quedará. Aquella energía que da vida y consciencia a todos los seres vivos. Se transformará en algo, no se en que, y permanecerá. No se si aquí o en otro sitio, permanecerá. Algo infinito, algo eterno, algo inmortal.

Este ‘algo’ es aquello en lo que se enfoca mi meditación.

No lo es la política; no lo es la sociedad; no lo es la historia, no lo es el progreso, no lo es la economía, no lo es el conocimiento, no lo es la ciencia... me enfoco en aquello que quedará siglos después de que política, sociedad, historia, progreso, economía, conocimiento y ciencia humanos terrestres hayan sido extintos.

Además de meditar, ahora que estoy experimentando una vida de humano, me ocupo un poco en los mencionados asuntos humanos; tan sólo como un juego o a veces un entretenimiento.